Queridos amigos visitantes del blog:

Os doy la bienvenida y os muestro mis novelas gestadas gracias a los conocimientos adquiridos en la investigación criminal y en el estudio del perfil de los ladrones de arte, facetas a las que he dedicado gran parte de mi vida profesional.

Dichas novelas, publicadas en forma de libro por la editorial Taberna Libraria, y, en formato electrónico por la plataforma BUBOK, se basan en dos apasionantes investigaciones ya desclasificadas de los archivos policiales.

Las investigaciones que narro respectivamente en “OBJETIVO BEATO” y “PAPA LUNA, EL RESCATE DE UN PONTIFICE OLVIDADO”, relatan el robo del Códice del Apocalipsis del Beato de Liébana, valorado en 18 millones de euros, cometido en el museo Diocesano de la Seu d´Urgell y en el robo del cráneo de Benedicto XIII, más conocido como Papa Luna, sustraído en el año 2000 en una casa palacio de la localidad zaragozana de Saviñan.

Por otro lado, y con el fin de que el blog sea una herramienta dinámica y atractiva para los aficionados a las obras de arte, periódicamente publicaré noticias y novedades relacionadas con nuestro patrimonio cultural y con las múltiples agresiones a las que se ve sometido.

J.D. Pastor


6 abr 2013

CONTRAPORTADA NOVELA "PAPA LUNA EL RESCATE DE UN PONTÍFICE OLVIDADO"


Contraportada
A Valentina, agente del Grupo de Patrimonio Histórico de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, se le encomienda, junto al resto de sus compañeros, la misión de averiguar el paradero de un cráneo robado en el año 2000 de una casa-palacio de Saviñan (Zaragoza), cráneo que en tiempos más afortunados para su descabezado amo, llegó a ser el del mismísimo Benedicto XIII, Papa de la Iglesia Católica.

El Papa Luna, Vicente Ferrer, uno de los dominicos más brillantes de su tiempo; Alma, joven soñadora atípica  en formas y modos; Marco, Hugo y algún que otro personaje, tendrán que defender la dignidad papal del hombre que durante casi 40 años tuvo en jaque a la cristiandad defendiendo un derecho al que no renunció ni siquiera en su lecho de muerte en la sede papal de Peñíscola, a los lánguidos noventa años.

Las dos épocas distantes, siglos XV y XXI en la que se desarrollan los acontecimientos, se entrelazan a través de personajes ficticios y reales, datos maquillados y exactos, fantasía y realidad, que hacen de esta novela una obra fresca y atrayente, merecedora de su lectura.

5 abr 2013

¿QUIEN FUE EL PAPA LUNA?



Escudo de armas del Papa Benedicto XIII
 (Biblioteca Estatal de Baviera)
Don Pedro Martínez de Luna, hijo de Don Juan Martínez de Luna y de Doña María Pérez de Gotor, nació en Illueca (Zaragoza) en 1328, en el castillo que domina la localidad situada a orillas del río Aranda. Estudió derecho canónico en la Universidad de Montpellier y abrazó la carrera eclesiástica, que no abandonaría durante el resto de su larga y fructífera vida.
La personalidad de Don Pedro Martínez de Luna consiguió que se convirtiera rápidamente en una figura de primer orden de la Iglesia. Así, en el año 1375 es nombrado cardenal diácono, viajando con el papa Gregorio X de Avignon a Roma, traslado que fue el detonante del histórico Gran Cisma de Occidente.
Tras su posicionamiento en la obediencia de Avignon durante el Cisma, consiguió el apoyo de la Corona de Aragón, Castilla y Navarra, y finalmente fue nombrado Papa. Tomará el nombre de Benedicto XIII, siendo más conocido por su apelativo, el Papa Luna, por su pertenencia a esta distinguida familia aragonesa.
Tras el turbulento periodo político y eclesiástico que supuso el Gran Cisma de Occidente, el Concilio de Constanza, celebrado en 1417, depone a Benedicto XIII como máximo pontífice, así como a Gregorio IX y Juan XXIII, nombrando como único papa Alejandro V, poniendo fin a la disputa por la autoridad pontificia de los tres pretendientes nombrados papas.
Pedro Martínez de Luna, manteniéndose en su consideración de Benedicto XIII y retirado en el Castillo de Peñíscola, fue perdiendo todos sus aliados políticos y eclesiásticos, hasta ser excomulgado y considerado un antipapa. No obstante el Papa Luna defenderá la legitimidad de su causa hasta su muerte, a los 95 años.
Tras su muerte, el cuerpo incorrupto de Benedicto XIII fue depositado, en primera instancia, en la capilla del castillo de Peñíscola. En abril de 1430, Don Juan de Luna, sobrino de Pontífice, deseó trasladar el cadáver de Don Pedro a la mansión de los Luna, en el castillo-palacio de la zaragozana villa de Illueca.
En 1711, durante la Guerra de Sucesión, tropas de Felipe V asaltaron el señorial edificio. Al penetrar en la cámara mortuoria,destrozaron el cadáver del Papa Luna, separando la cabeza del resto del cuerpo, para seguidamente lanzar por el hueco de un antiguo ventanal los destrozados huesos, que fueron a caer a gran distancia del alcázar, en dirección al Río Aranda.
Unos labradores de la casa de los Luna pudieron encontrar el cráneo del Pontífice -los demás restos se perdieron en aquella feroz contienda- y lo entregaron a sus señores. Más tarde, la familia Luna se unió -por casamiento- con los Muñoz de Pamplona, ambas de antigua, fuerte y noble raigambre aragonesa- y llevaron la calavera de Don Pedro Martínez de Luna al antiguo palacio que poseían en Saviñán…

Extraído del DECRETO 86/2007, de 8 de mayo, del Gobierno de Aragón, por el que se declara Bien de Interés Cultural, como bien mueble, el «Cráneo parcialmente momificado de Benedicto XIII», (más conocido como Papa Luna).

GRACIAS